Cracovia es el corazón cultural de Polonia y cuenta con una riquísima tradición musical. Sus antiguas iglesias, como la Basílica de Santa María y la Catedral de Wawel, ofrecen una acústica perfecta para conciertos y coros. La ciudad ha dado a luz a un variado abanico de músicos que han contribuido significativamente a la escena musical polaca. Un ejemplo es Voo Voo, una banda pionera que surgió en la década de 1980, creando una fusión de rock, jazz y música alternativa. Además, Cracovia presume de una escena indie emergente y en crecimiento, con grupos como Trupa Trupa, que han obtenido reconocimiento internacional. Este grupo de post-punk ha sido aclamado por sus letras poéticas y su sonido distintivo, creando una fusión de rock, psicodelia y ruido.
Cracovia, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, teje un relato cultural a través de su plaza medieval, Rynek Główny, rodeada de joyas arquitectónicas como la Sala de los Paños. El Castillo de Wawel, símbolo de la realeza polaca, exhibe arte e historia. Kazimierz, antaño un vibrante centro judío, rebosa ahora de galerías y cafés. La antigua Universidad Jagellónica conforma el legado intelectual de Cracovia.
Cerca de Cracovia hay varias ciudades notables: al oeste, Katowice, un importante centro industrial y cultural; al norte, Tarnów; al este, Rzeszów, ciudad reconocida por su crecimiento económico y sus instituciones académicas. La historia de Cracovia respira en cada piedra. Kazimierz, que aparece en la película "La lista de Schindler", es un eco de la época del Holocausto. La Fábrica de Schindler, convertida en museo, rinde homenaje a los héroes de la guerra. La Puerta de San Florián, parte de las fortificaciones medievales, une el pasado y el presente.