Caloocan, ciudad de Metro Manila, es una ciudad entusiasta de la música contemporánea, con géneros que van desde la OPM (Original Pilipino Music) al pop, el rock y el hip-hop. Los talentos locales exhiben sus habilidades en locales como el anfiteatro del ayuntamiento de Caloocan y el centro comercial Victory Central, contribuyendo a la animada escena musical de la ciudad. Los residentes de Caloocan disfrutan en los bares de karaoke, donde cantan canciones filipinas clásicas y modernas, lo que contribuye al ambiente musical de la ciudad.
Caloocan también ha producido notables artistas y bandas que han contribuido a la industria musical filipina. Ex Battalion, un colectivo de hip-hop, se hizo muy popular por sus letras pegadizas y fáciles de entender. Su música cala en las generaciones más jóvenes y ha conseguido un gran número de seguidores en la escena hip-hop.
La escena musical de la ciudad también se ve influida por el área metropolitana de Manila, donde artistas y grupos colaboran y actúan a menudo en distintas ciudades. Los festivales y eventos musicales de las zonas cercanas ofrecen a los músicos de Caloocan la oportunidad de llegar a un público más amplio y relacionarse con profesionales del sector.
La ciudad se enorgullece de su papel durante la Revolución Filipina contra la colonización española, con lugares significativos como el Monumento a Bonifacio, que conmemora el heroísmo de la sociedad revolucionaria Katipunan. Caloocan celebra festivales locales como la Fiesta de Nuestra Señora de la Asunción y el Festival Katipunan ng Kalayaan, con desfiles, bailes tradicionales y exhibiciones culturales. La escena culinaria de la ciudad es diversa, y ofrece una gran variedad de comida callejera, delicias locales y cocinas internacionales. Los habitantes de Caloocan son conocidos por su cálida hospitalidad, que hace que los visitantes se sientan bienvenidos e inmersos en la vibrante cultura de la ciudad.
La historia de Caloocan está profundamente arraigada en la lucha por la independencia de Filipinas. Desempeñó un papel importante en la Revolución Filipina de 1896, sirviendo como campo de batalla estratégico contra las fuerzas españolas. El héroe de la ciudad, Andrés Bonifacio, figura clave de la revolución, es honrado en el Monumento a Bonifacio. Más tarde, Caloocan se convirtió en un lugar importante durante la guerra filipino-estadounidense, lo que dio forma a su relato histórico. En la actualidad, Caloocan es una ciudad próspera, que conserva su legado histórico al tiempo que abraza el progreso y la modernidad.