Marsella, vibrante ciudad portuaria de la costa mediterránea, cuenta con un variado panorama musical que refleja su herencia multicultural. Históricamente, la ciudad ha estado influenciada por diversas tradiciones musicales, entre ellas estilos mediterráneos, norteafricanos y europeos. La música tradicional provenzal, con raíces en la región, aún puede escucharse en festivales y eventos locales. Marsella también es conocida por su floreciente escena hip-hop, con varios artistas influyentes surgidos de la ciudad. El grupo local de rap IAM, formado en Marsella a finales de los ochenta, es uno de los más destacados y respetados del hip-hop francés, que mezcla letras de conciencia social con un marcado sabor marsellés. Los locales de música de la ciudad, como Le Moulin y Dock des Suds, acogen regularmente una amplia gama de conciertos y festivales, lo que contribuye aún más a la diversidad musical de Marsella.
La cultura de Marsella es un rico tapiz tejido a partir de su historia como crisol mediterráneo. El patrimonio multicultural de la ciudad se celebra a través de sus diversos barrios, cada uno con su carácter único. El Viejo Puerto (Vieux-Port ) es un bullicioso centro de ambiente marítimo, mientras que Le Panier es un barrio histórico conocido por sus callejuelas y su vibrante escena artística callejera. La oferta cultural de Marsella se extiende también a las artes escénicas, con salas como la Ópera de Marsella, que ofrece espectáculos de música clásica y ópera. La ciudad está muy vinculada al cine, y acoge el FIDMarseille, festival internacional de cine documental. Puerta del Mediterráneo, Marsella es famosa por su cocina marinera, en especial la bullabesa, un guiso tradicional de pescado.
La historia de Marsella está impregnada de antigüedad, ya que es una de las ciudades europeas más antiguas habitadas ininterrumpidamente. Fundada por marineros griegos alrededor del año 600 a.C. con el nombre de Massilia, prosperó como colonia comercial griega y más tarde pasó a formar parte del Imperio Romano. Su situación estratégica como puerto mediterráneo propició su rica historia como centro de comercio marítimo, intercambio cultural e inmigración. Marsella desempeñó un papel fundamental en la historia colonial de Francia, sirviendo de puerta de entrada al norte de África y Oriente Próximo. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue un importante bastión de la Resistencia francesa. En la actualidad, Marsella es la segunda ciudad más grande de Francia, famosa por sus monumentos históricos, su animado puerto y su vibrante mezcla de culturas, que la convierten en un destino único y cautivador para viajeros y entusiastas de la cultura.