Lyon, a menudo reconocida por su excelencia culinaria y su importancia histórica, posee también un rico patrimonio musical. La ciudad cuenta con una próspera escena musical que abarca varios géneros. La cultura musical lionesa abarca la música clásica, con el Auditorio de Lyon como lugar destacado para actuaciones orquestales. Además, Lyon es un centro neurálgico de la música electrónica, con eventos de danza electrónica y festivales como Nuits Sonores, que atraen a los mejores DJ de todo el mundo. De la ciudad han salido artistas como el dúo electrónico Air y el grupo de rock indie Phoenix, que han alcanzado fama internacional, contribuyendo así al legado musical lionés.
La cultura lionesa es una cautivadora mezcla de historia, gastronomía y arte. La ciudad es famosa por su arquitectura histórica, con el casco antiguo (Vieux Lyon ) y sus edificios renacentistas bien conservados, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Lyon también es conocida por su patrimonio culinario, con sus bouchons (restaurantes tradicionales lioneses) que ofrecen auténtica cocina francesa. La ciudad cuenta con una vibrante escena teatral, con teatros como el Théâtre des Célestins, que acoge una amplia gama de representaciones, desde obras clásicas a producciones contemporáneas. El Instituto Lumière rinde homenaje a la contribución de Lyon al cine, ya que los hermanos Lumière, pioneros del cine, eran lioneses.
La historia de Lyon es a la vez antigua e influyente. Fundada por los romanos en el siglo I a.C. con el nombre de Lugdunum, fue la capital de la Galia romana. A lo largo de los siglos, ha sido un centro de comercio, producción de seda y banca. Durante el Renacimiento, prosperó como centro de cultura y aprendizaje. Lyon desempeñó un papel importante en el comercio de la seda durante los siglos XVIII y XIX, lo que le valió el sobrenombre de "Capital Mundial de la Seda". La ciudad también desempeñó un papel crucial en la Resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial. En la actualidad, Lyon es la tercera ciudad más grande de Francia, famosa por sus monumentos históricos, sus delicias culinarias y su vibrante escena cultural, que la convierten en un destino cautivador para viajeros y entusiastas de la cultura.